
Sobre nosotros, varias toneladas de roca calcárea nos resguardan.
Esculpido en forma espiral al final de la era glacial, durante el cuaternario, este pozo de unos cuarenta metros de altura, llega prácticamente a la superficie de la tierra.
Imagínese la fuerza del remolino de agua que penetraba, justo encima de ustedes, antes de continuar su curso, pausadamente por el gran meandro en el que se encuentran.
Les presento a mi amigo « Ursus Spelaeus » también llamado Oso de las Cavernas, o más bien su imagen ya que hace aproximadamente diez mil años que no le he visto.
¡Qué majestuoso era! Pesaba casi una tonelada y medía tres metros y medio cuando se levantaba sobre sus patas traseras. Prácticamente vegetariano, venía aquí a invernar.
Más discretos que él, otros muchos habitantes, incluyendo algunas especies endémicas de las Cuevas de Sara, viven aún aquí. No podrán verles hoy, algunos son minúsculos, otros se esconden de los humanos, o están descansando... tenga cuidado en no molestarles, estamos aquí en su casa...